Grupo 2
Grupo 2: Marta, Carlota C., Andrea C., Carmen, Mari y Maria José.
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Neoclasicismo – Carmen Otón
El Juramento de los Horacios – David (1784)
Este lienzo realizado por David en 1784 recoge el momento en el que tres hermanos juran sobre sus espadas antes del enfrentamiento con sus propios cuñados, mientras las mujeres permanecen detrás. La técnica es el óleo de factura muy lisa, la composición es muy rigurosa, dividida en tres grupos perfectamente equilibrados que se refuerza con la arquitectura del segundo plano, incluyendo cada grupo dentro de un arco. Predomina la línea sobre el color. Las figuras se perfilan con nitidez sobre el fondo oscuro y vacío, dándoles una apariencia escultórica. Los colores, intentan buscar un equilibrio entre cálidos y fríos. La luz proviene desde la zona izquierda reforzando los volúmenes. La perspectiva es lineal y crea un eje de fuga en la zona central. Los personajes adoptan posturas teatrales y en todas las figuras encontramos una idealización, siendo más importante el grupo que cada una de las individualidades.
Impresionismo – Carlota Cimiano
El almuerzo campestre
Género: una mezcla de paisaje con figuras y bodegón.
Tema: en un bosque aparecen cuatro personajes parisinos que han ido almorzar a las orillas del Sena. Dos hombres jóvenes, vestidos de forma elegante a la moda de la época, están tumbados en la hierba a la vez charlan con una mujer desnuda que mira descaradamente al espectador. Al fondo hay una bañista inclinada, con camisa y está saliendo Del Río. En el primer plano podemos observar una cesta de fruta y ropa.
Luz: hay contrastes fuertes de luces y sombras. El pintor ha invertido el foco lumínico, ya que la claridad procede del fondo y existen diversos puntos de fuego transparentes como en la hierba o el agua.
Color: está aplicado con grandes manchas de colores planos. Es el color que sugieren los volúmenes podemos observar tonos azules, amarillos y rojos.
Significado: el cuatro escandalizó por su contenido erótico. Se trata de un desnudo no idealizado sino realista, lejano de la perfección. En esta época la gente lo consideraba vulgar es indecente. Lo que Manet crítica en este cuadro es la hipocresía social de la época.
Postimpresionismo – Carlota Cimiano
Jugadores de cartas
Cézanne hizo una serie con este tema, empezando con cinco jugadores hasta quedar dos.
Luz: Se observa una luz artificial que incide sobre la botella y la oscuridad insinuada detrás de la ventana.
Composición: Tenia una composición equilibrada pero algo asimétrica, la botella parece ocupar el centro del cuadro pero está un poco desplazada a la izquierda.
En el lado izquierdo aparece un señor com una pipa. Mientras que en el lado derecho aparece un hombre más joven, y este aparece recortado en el cuadro. El punto de tensión son las manos y las cartas.
Además, los brazos de ambos hombres están doblados en ángulo recto, dicho esto, en el cuadro se observa la recuperación de la forma mediante geometrización.
Colores: los predominantes son cálidos destacando la amplia gama de marrones, desde tonos claros pasando por rojizos y anaranjados.
El contraste de colores intensifica la idea de confrontación: el hombre más mayor lleva una chaqueta marrón y pantalón amarillo, mientras que el contrincante lleva chaqueta amarilla y pantalón marrón.
Significado: Las cartas más claras y las cabezas erguidas quieren demostrar el triunfo. Además, la idea principal de Cézanne es conseguir la recuperación del volumen mediante la geometrización y la utilización de amplias manchas de color que también contribuyen a la geometrización.
Realismo – María José Milán
Vagón de tercera clase – Daumier (1865)
Rococó – Mari Carmen Agüera
La cerradura – Fragonard (1777)
Tenemos el suelo y la pared de la puerta con su luminosidad, y tenemos la cama y su penumbra; todo queda plenamente descrito, agregando la doble gestualidad del hombre; no la suelta a ella, mientras cierra la puerta. Un cerrojo funcionalmente mal colocado sirve para la exageración del gesto de él y la entrega arrobada de ella; está arriba el dispositivo, lo que le permitirá a la puerta entreabrirse abajo un par de centímetros cuando se la intente abrir desde afuera. Y esto no es menor.Fragonard se permite colocar mal un cerrojo, para poder forzar la actitud del hombre, del mismo modo como en otras obras inclina árboles, tuerce ramas y engrosa troncos a la par de establecer torsiones naturales casi imposibles de encontrar en la realidad.
El Cerrojo sintetiza visualmente la instantaneidad de la seducción: un joven libertino (noble, ateo, ) consigue vencer los principios morales de una mujer sin tacha (noble o gran burguesa, joven y bella, casada y fiel o virgen) gracias a un proceso de seducción basado en el coup de foudre, es decir, en la instantaneidad. Los personajes quedan encerrados, por un cerrojo, separados del mundo.
Es una lucha, casi un baile. Ya se intuye; ella hace ver que se resiste, pero no es verdad. Es un teatro, en donde cada cual interpreta su papel. Él, vestido ligero – camisa que se intuye desabrochada, descalzo ya y con el pelo revuelto, mientras sujeta fuertemente a la chica con un fuerte brazo izquierdo, con la mano derecha intenta alcanzar el cerrojo. Él sabe que, cuando el cerrojo esté echado, ella ya cesará en su falsa resistencia. Todo ha empezado en un proceso de seducción quizás fuera de esta cámara…
Romanticismo – Andrea Cañavate
Condesa de Vilches – Madrazo
Título de la obra: Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches Autor: Federico de Madrazo
Cronología: 1853 Estilo: Romanticismo
Técnica: Óleo sobre lienzo Ubicación: Museo del Prado
En el se nos muestra a Amalia de Llano, condesa de Vilches. Una de las personalidades más importantes de la Madrid decimonónica,Para lograr esa cercanía recurre a la influencia de la retratística francesa del XIX, más concretamente de Ingres. Frente a la lejanía, la quietud y el hieratismo de los retratos aristócratas del momento, la Condesa se nos presenta cercana y sensual, con una pose impropia en la España de ese tiempo.
Para contribuir a esa sensualidad, Federico remarca las curvas por toda la composición,los ángulos, son curvados por el propio pintor, para dar así ese carácter unitario a toda la composición del lienzo.
El color también tiene un papel importante en este retrato,el uso de colores vivos, que contribuyen a exaltar el carácter sensual de la retratada.
Observamos una gran pureza de líneas en todo momento, algo que también se iba a convertir en característico del autor.
Goya – Marta Hernández
Retrato de los Duques de Osuna y sus hijos
Cronología: 1787 Técnica: Óleo Soporte: Lienzo
Medidas: 225 cm x 174 cm Escuela: Española Tema: Retrato
Procedencia: Donación duque de Tamames y demás herederos del duque de Osuna, 1897
El retrato de la familia de los Duques de Osuna nos sitúa ante un potente discurso respecto a los géneros y nos da la oportunidad de sacar a la luz la lucha de algunas mujeres de la nobleza por conquistar espacios y desarrollar una actividad social significativa en el ámbito público. El carácter protector del padre queda señalado en la relación que sus manos establecen con los cuerpos de su esposa e hija mayor; las niñas, vestidas como su madre, buscan y reciben protección, y portan abanicos en sus manos, abanicos con los que pueden aprender lenguajes de comunicación amorosa.
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